viernes, 7 de mayo de 2010

escenas

No estaban dentro de una película de Kim Ki-duk pero hubieran jurado que así era por la capacidad mágica de la fotografía y la facilidad para obviar las palabras.

"Mírame, estamos los dos solos y a penas nos sentimos" habló el silencio de ella. Sus labios rojos insistían sin moverse: "noto que mi olor te está poniendo nervioso, lo sé porque te muerdes los labios con la misma sensualidad que lo hacías entonces".
No acercó sus manos blancas y frías, se limitó a soplarle al oído. Pero rogó con sus ojos que volviera a silbarle aquel blues que un día le habló de sueños y hoy ahogaba sus gritos en melancolía.

Niño de los ojos tristes y el corazón oxidado, su silencio sentencia y la sirena sonríe. Una vez más se abstrae de la atmósfera que se vuelve densa y confusa al impregnarse de él.
Sopla el viento, aquel que lo envuelve todo. No hay suficiente oxígeno para tanto bosque. Su mirada la busca por fin, y ella, ajena a todo, silba aquella canción que nunca logra convertirse en banda sonora.

4 comentarios:

  1. No imaginas cuánto me alegra tu vuelta!
    Es verdad, vacíos intermitentes. Pero tienes el extraño don de combinarlos con un todo en pocas palabras. Tus textos son casi imágenes.

    "No hay suficiente oxígeno para tanto bosque"
    Imposible no suspirar.

    Beso y gracias por pasar por mi aldea. Sabes que es tu casa.

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  2. Un texto realmente precioso.

    Un abrazo y cuídate

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  3. Es increible Ilsa, es un texto tan, tan sutil, tan dulce, tan lindo.

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  4. un abrazo a los tres...

    desde la biblioteca de Casablanca, donde todos los libros huelen a sueños...


    Ilsa.

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