viernes, 18 de diciembre de 2009

Infamias

Llevaba días repasando los poemas de Miguel Hernández, televisión apagada y ordenador ausente. (Más ausente del mundo que ella misma).

A veces, no hay películas, porque todas están al mismo tiempo. A veces, no hay canciones, porque de todas se beben los recuerdos.



Se pidió un bourbon en la barra de aquel pub inglés, "¿me da un cigarrillo?, por favor" . Tumbado sobre un aguado chupito de Habana 7, él. Nunca han sido fáciles las conversaciones más allá de las tres de la mañana, se vuelven enrevesadas y torpemente sinceras. No había cigarros, "no fumo, lo siento. Pero puedo invitarte a esa copa".

En las noches de niebla, Marion añoraba su olvidado Londres , su luz opaca y sus imponentes sombras. En las noches sin luna, cuando no se sabía qué iluminaba los rostros.

Reinan los ausentes en el mundo de los resignados, son dueños de todo, capaces de controlar lo ajeno y lo abstracto. Ella no se resignó, se quedó en la puerta y espero a que se cerrara sola, por efecto del viento y su oportuna contracorriente.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Introspectiva

Ganas de vomitar, de vomitarlo todo. Como quien desata un nudo tras pasarse horas demostrando habilidades. Contenida y conteniéndome, no hay viento suficiente para librarme de mis ganas de expulsarlo de todo. Ansias de pegarle patadas a ese conjunto que forma el mundo y sus hirientes circunstancias.

La felicidad es más de lo que tengo y menos de lo que sueño, pero prefiero huir con Morfeo si es capaz de suministrarme morfina.

El juego era arriesgado, como el de Nola y Chris jugando al ping-pong en la pomposa mansión inglesa de Match Point. Y desconozco el final de esta partida, ni siquiera sé si permitiría que fuera infinita.

Esperar y desear, un binomio que controla mis ritmos e impone melodías que basculan entre lo complejo y lo simple a una velocidad apabullante.

Silencio.








"Déjame acariciarte lentamente,
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente..."
(Gerardo Diego)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Batiéndose en duelo

Duelo entre dama y caballero. Un desafío. Hablamos del reto intenso, cargado de símbolos y verdades.

No existe el miedo cuando alcanzas la última curva de la carretera, no existe porque ya no tiene sentido. Como no tenía sentido para Chow Mo Wan esperar al amor verdadero en su habitación 2046.

Hoy he vuelto a recordar porque me gusta tanto Wong Kar Wai. Volvía en un tren, venía de ninguna parte y me dirigía a ningún lugar. Pude cruzar la vista con muchos de mis acompañantes y note que se mantenían con los ojos abiertos gracias a la inercia absurda que nos disfraza con los atuendos de la vida; pero en realidad estaban muertos, incapaces de salir de su tonalidad de grises. Mi propio reflejo no se veía con claridad, culpa de mis lágrimas y la poca luz de los túneles. Creo que mi sensación en aquel vagón se asemejaba a los viajes de los amantes que huían a 2046, en busca de una realidad paralela donde cobijarse del paisaje helado de sus presentes.

Pasó una eternidad, y el final del viaje me devolvió a esa vida que había dejado aparcada durante mi viaje. Nada había cambiado, el duelo estaba a punto de celebrarse en algún rincón de mi mente. Espada en mano, la dama mira a los ojos al caballero, está lista para el desafío y no teme a la última curva de los cuentos de miedo.


domingo, 25 de octubre de 2009

trying to be sensible

La chica de los ojos vendados se subió al trapecio. El atardecer enmarcaba una imagen idílica llena de contradiciones. Podría haber sido filmado por cualquier realizador obsesionado con la fotografía y los instantes.
Ella se alimentaba de miradas, de guiños y sonrisas. Ella devoraba segundos de felicidad, los engullía, fotograma a fotograma, como si fueran piezas de un puzzle que nunca logrará acabar porque se ha hecho adicta a los infinitos.
Ha dejado de llover, aunque hay nubes en el horizonte el cielo parece en calma, y ahora la chica con los ojos despejados, se balancea mostrando sus habilidades como equilibrista.


lunes, 19 de octubre de 2009

Túmbate a mi lado


Entre las sábanas de mi cama no hay fantasmas sólo hay pequeñas e infinitas evocaciones de Brigitte Bardot y Michel Piccoli. Personajes mitológicos que Godard muestra interpretando su propia tragedia.

El genio de la Nouvelle Vague ha querido dejar estos personajes en el buzón que tengo en la puerta trasera de mi cueva. Junto con la morbosa pareja figura una nota que dice: "te ayudarán con el desasosiego y la nostalgia, con la melancolía, el dolor y el desprecio".

martes, 6 de octubre de 2009

Cuestiones de idiotismo esponjiforme

Nunca he ido a una cena de idiotas, quizá alguna vez me he sentido completamente idiota en una cena pero eso es otro asunto. Hoy se me ha quedado cara de imbécil, así soy, incontrolablemente crítica con mis sensaciones. No he necesitado sentarme delante de Perre Brochant y sus amigos para descubrir que soy muy vulnerable a las reacciones inesperadas.

Abro la ventana y dejo de pestañear unos segundos, a vista de los espías es una eternidad, el viento es casi imperceptible pero está ahi para apartarme el pelo de la cara y obligarme a cerrar levemente los ojos. Temo que alguien me acerque un espejo, no quiero verme en ese instante.

François Pignon no era idiota, pero le tomaron como tal porque pasó demasiados segundos con los ojos como platos.

viernes, 2 de octubre de 2009

Perderse por los tejados

Su temeridad nunca la llevó al extremo de subestimar el poder de una charla en un tejado de ciudad. La llamaron con los años "la gata sobre el tejado" ( hecha de zinc y siempre caliente). Sigilosa depredadora de mentes alteradas por una realidad desquiciante, desequilibrados espíritus inquietos empeñados en afanar la luna.
Botella de vino blanco, cielo azuloscurocasinegro, y una de esas conversaciones que no entienden de finales de vértigo. "La gata" comprendió que sus víctimas eran impredencibles y guardó sus uñas para no precipitarse.


Detrás del primer paso llega el segundo pero hay gente que vuela sin necesidad del primer impulso, volemos.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Domingo, yogures y Micah P.Hinson

El visor está empañado, hace demasiado frío: 34 grados. Dejo la cámara en un rincón y busco maneras de filmarme ajenas a las fórmulas del cine. Creo que la alternativa se encuentra en el espejo, me observo y me extraño.


"Yo solo busco que me tiemblen las piernas...", grita y sonríe Amelie. Nunca he tenido razones para justificar mi indiferencia por París. Resulta que no tengo razones para explicar nada de lo que veo en el espejo, hoy me faltan "porqués" y me sobran "sin embargos".

A veces tengo momentos de lucidez pero sigo sintiéndome opaca a pesar de mi empeño por lograr ser transparente. Quiero ser agua y no logro quitarme esta capa aceitosa.

Desisto. El espejo no me dice nada y yo hace tiempo que perdí la paciencia. Pero al darme la vuelta la cámara no está, sigue haciendo frío y Amelie ha tapado su sonrisa con una bufanda roja

miércoles, 26 de agosto de 2009

Nihilismo

Dice que no se identifica con el nihilismo aunque niega sus cinco sentidos. Tampoco es moralista, ni caprichoso. Dice que se parece a Gus Van Sant, reatratando sin juicios de valor el desapego y la deriva de esta generación a la que pertenezco. No quiero ver "Paranoid Park", no de momento. Porque creo en las posibilidades de los que crecen a mi ritmo, creo en mis compañeros de clase, de bares, de noches, de conciertos...

No me gusta que se nos niegue la posibilidad de "Ser" antes de que nos salgan los dientes. Que yo sepa la PlayStation aun no nos ha robado la personalidad, ni tiene pensado hacerlo. Tenemos inquietudes, soñamos, nos interesa la vida y somos valientes. La posmodernidad no es la explicación para todos los males, dejad de utilizarla como excusa para esconder posibles frustraciones.


domingo, 23 de agosto de 2009

Sin clasificar


En mi gama de azules hoy me recreo en el "casinegro" y brindo por un descubrimiento que hice hace tiempo cuando las distancias eran cortas y los pasadizos lentos. Hoy no hay precipicios pero la carretera huele a nuevo y el olor a gravilla me marea. (No son las curvas, nunca me marearon las curvas).



"¿Quieres saber qué me gusta de ti?: que me rechazaste, que eres delicado, que estás asustado, que eres guapo, que estás fuera, que me provocas ternura, que me excitas, que estás igual de atrapado que yo." (AzulOscuroCasiNegro 2006)


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La segunda parte la descubrí bailando, dejándome llevar entre infinitos. Ahora no he olvidado los pasos, quizá se hayan modificado solos para adaptarse al viento. (No soplan huracanes por aquí)


"¿Sabes lo que más me gusta de ti?: tu libertad, tu forma de ver la vida, tu manera de vivir los momentos, tus besos..." (Báilame el agua 2000)


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Hay un millón de personas, un millón de vidas revoloteando en el caos, y dos miradas se cruzan, están ahí para quedarse, se decide en un instante. A partir de entonces se encontrarán infinitas veces y no harán falta palabras para sentirse por encima del mundo, del caos. Ahí, donde se juntan, todo es sencillo.

(Esto es lo que yo pienso)





viernes, 21 de agosto de 2009

Editándome

(Cuatro mil días después de aquel año obcecado, detecto que al fin te dignaste a cumplir con la cita inaudible. Y me alegro. Y me enfado a la vez)

Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
(...)

Mirarte de frente.
Admito en voz alta
que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común,
donde yacen los sueños
que nos diferencian.

Tal vez ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no.

Hada helada en vuelo inerte,
tú nunca cambiarás,
hada helada en vuelo inerte,
tú nunca caerás.

Tal vez ¿has pensado en crecer más?
¡Más no!
Tal vez ¿te conseguiste equilibrar?
Yo aún no.
Vamos a correr el gran sprint final
y al cruzar la línea los dos ganarán.

Voy a romper las ventanas para que lluevan cristales, ven a romper las ventanas, ven a gritar como antes, ven a romper las ventanas y hacer del caos un arte, voy a romper tus ventanas y voy a entrar como el aire.

Me siento Juliette Binoche porque todo huele a "Bleu" todavía. Quiero que lluevan cristales de los que habla "Love of Lesbian", y no me importa quedarme con trozos en las manos si eso demuestra mi idea de que la fragilidad alcanza un punto máximo de hipnotismo. Que entre el aire.


miércoles, 19 de agosto de 2009

azulmente eterno

Por lo visto alguien conoció una vez a una cantante azul, una dama boba de colores pálidos y rasgos gélidos. No tenía sueños y tampoco recordaba la última vez que había cerrado los ojos.
Tampoco tenía nombre. Era "La chica que baila" tras dejar la firma roja de sus labios, en el pañuelo blanco.

Siempre he pensado que Marlon Brando caminaba con la intención de detenerse en todo momento. Los tranvías no son tan románticos.


A pesar de todo, no se me cae el mito.

martes, 18 de agosto de 2009

No está en Paris, no vende periódicos

Cuando está perdida piensa en Michel Poiccard. Hay pocos personajes tan evocadores como el encarnado por Jean-Paul Belmondo en "A bout de souffle". Ella no es Patricia y tampoco Jean Seberg pero puede dejarse llevar al ritmo de la cámara de Godard.
Aprendió a compensar los silencios, a descifrar las miradas y a capturar los instantes. Entendió que no todo requiere una búsqueda constante, a veces te encuentran. Los provocadores de "Cahiers du Cinema" creían en la improvisación y huyendo de formalismos se encontraron con un cine hecho por y para ellos.
El "New York Herald Tribune" de Patricia voló por otros mundos y no había cigarros suficientes para saciar las ansias de Michel.

(Sigo investigando sobre el equilibrio)






miércoles, 12 de agosto de 2009

Funambulismo en un tendido eléctrico

Somos equilibristas. La vista en un punto fijo, las pulsaciones controladas, los brazos abiertos como alas que se baten en duelo con el viento. Somos equilibristas, pero sólo a veces.

Quiero ser Philippe Petit, el funambulista francés que logró caminar sobre un alambre tendido entre las desaparecidas Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York. Era agosto de 1974 y tras realizar la exhibición fue arrestado por la policía. El logro de Petit fue considerado "el crimen artístico del siglo". Inquietante y poético el documental de James Marsh, "Man on wire".
Hoy le tengo envidia por saber caminar en el aire, por volar de pie. Quizá lo que me pasa es que me sobra la inquietud pero me falta la poesía.

martes, 28 de julio de 2009

El cine a veces abusa

El primer abuso de poder en el cine viene de la mano del terror. Dejamos de ser espectadores para ser víctimas de un universo al que creemos pertencer, en ocasiones, más allá de la duración de la película en cuestión.
"Hay una auténtica fijación psicológica de los viejos instintos en nuestro tejido nervioso, de forma que porían ponerse oscuramente en funcionamiento, aun cuando la mente consciente se queda purgada de toda fuente de asombro". En palabras de H.P.Lovecraft.
Recuerdo la primera, y única vez por el momento, que vi "El resplandor", Kubrick quería hacer terror y yo diría que hizo horror, llenó una película de vacío total en un entorno manejado a la perfección por la revolucionaria, entonces, steadycam.
Jack Torrance tenía un poder, el que Nicholson quiso conferirle. Desde los ojos hasta cada uno de sus pasos estaban llenos de fuerza. Manejó a su antojo cada uno de mis sentidos durante sus 120 minutos.
De esta manera, gracias a Kubrick mis reflexiones sobre el abuso de poder parecen haberse reorientado hacia cine, terreno donde la ficción alivia una realidad parasitada. Hipnotizada por las influencias del mago que tenía una naranja mecánica, he vuelto a ver "La Caza" del maestro Carlos Saura, pues he descubierto que Kubrick es un confeso enamorado del cine del realizador español. Así, perdiéndome por los laberintos de Overlook me he topado sin darme cuenta con el poder humano es una evolución más deteriorada. El instinto animal reflejado en la película de Saura aplasta con su contundencia y asfixia con su solemnidad, tal como la vida misma.

miércoles, 8 de julio de 2009

En marcha

Comienzo una Aventura, pero espero no caer en la incomunicación que perseguía Antonioni. Escribiré sobre el mundo que yo veo, que es distinto del que vieron otros y también del que ahora muchos observan a través de sus telescopios envenenados. No me encuentro en Sicilia, como Claudia y Sandro, ni ha desaparecido una Anna en la historia de este blog. El espacio que pinto aquí es oscuro, pero es sólo un decorado, que roza a los textos, que los mima, una arquitectura moderna como el cine del maestro italiano.


Permaneceré atenta a las señales del paisaje, naturaleza y cemento, y no podré contenerme ante la pasividad del que parece vivir ajeno al mundo. Cuidado con esconderse detrás de la cámara, siempre te acabas asomando.


Los inicios siempre pecan de breves.