La felicidad es más de lo que tengo y menos de lo que sueño, pero prefiero huir con Morfeo si es capaz de suministrarme morfina.

El juego era arriesgado, como el de Nola y Chris jugando al ping-pong en la pomposa mansión inglesa de Match Point. Y desconozco el final de esta partida, ni siquiera sé si permitiría que fuera infinita.
Esperar y desear, un binomio que controla mis ritmos e impone melodías que basculan entre lo complejo y lo simple a una velocidad apabullante.
Silencio.
"Déjame acariciarte lentamente,
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente..."
(Gerardo Diego)
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ResponderEliminar... Siempre es un placer para mí asomarme a este claro de luna.
ResponderEliminarMe gusta tu casa, aunque no sea muy blanca...
ResponderEliminarCon tu permiso me sentaré en algún rincón a escuchar el piano, leyéndote.